sábado, 22 de diciembre de 2007

OTRO CUENTO DE NAVIDAD (AÚN)



Cambio climático. Es realmente el problema más importante de nuestra sociedad. Con este artículo he intentado mostrarlo de una forma amena, poniendo en el tapete, las contradicciones de quienes no creen que sea tan trascendente. Entre parántesis he escrito aún. Y es que todavía es posible escribirlo pero a este ritmo, si no ponemos remedio, será imparable. No podremos combatir sus efectos. La reciente Cumbre de Bali ha supuesto una buena noticia por la revisión, aunque mínima, de la política de EE. UU. que nunca participó en Kyoto. Si Scrooge cambió desde su avarienta forma de ser, todo es posible. En Navidad suceden milagros.
¡Felices fiestas!
La images es de monografias.com
Otro cuento de Navidad (aún)
Advertencia previa: Esta historia está basada en hechos reales. No todos los parecidos con la realidad son mera coincidencia.
Ebenezer Scrooge es físico. Vive en una finca soberbia, un antiguo encinar talado a fuerza de sucesivas ampliaciones para uso habitacional de su residencia. Catorce modestas habitaciones para su familia de cuatro miembros. Ebenezer tiene un primo y lo llamó en Nochebuena para felicitarle las fiestas. Usó su móvil, con la batería cargada desde hacía dos horas, aunque todavía conectado al enchufe, mientras miraba el colosal alumbrado navideño que dispuso en sus terrenos desde el puente de los Santos. “Querido primo, ¡feliz Navidad!”;
“¡Lo mismo te digo!”, se intercambiaron. La conversación derivó a muchos temas y Ebenezer comentó - con la seguridad que le reportaban sus conocimientos de Física, particularmente cuántica - que eso del cambio climático no era tan importante. Scrooge siguió con su rutina y, cuando se acostó, un sobresalto descomunal violentó su sueño. Efectivamente, su sospecha es cierta: era el fantasma de la Navidad pasada.
El fantasma socarrón le mostró una extensión de encinas magnífica. Se respiraba paz en aquel lugar. En lugar de bombillas, aves; en lugar de cemento, árboles; donde una fuente, el arroyo y donde la gente, marranos. Ebenezer se conmovió, pero sin pasarse. Al fin y al cabo, su finca no era así. Él respetó el sistema. No taló todas las encinas, sólo doscientas cuarenta y siete. Incluso solicitó licencia para construir una nave de aperos para que su casa tuviera papeles. Enganchó la luz cuando comenzó la obra con un permiso provisional y tuvo la suerte de catalogar su pozo como histórico. En cambio agrió el gesto cuando el fantasma, entre risas, desprendió el velo: “¡Pero si ésta es tu finca…antes!
Sin tiempo para pensar, otro fantasma apareció junto a él en un páramo yermo bajo un calor sofocante y un sol de justicia. A lo lejos, casi oculta por un polvillo negruzco, como ceniza, se intuían las ruinas de una construcción antigua. Se acercaron a ellas donde, en una butaca desvencijada, un esqueleto sostenía un mando a distancia de un potente calefactor. El fuerte calor soportado durante años dejó marcada la fecha y la temperatura elegida: 24/12, 32º. El fantasma le espetó: ¡No todos mueren tan calentitos como tú, Ebenezer! Scrooge lloró como un niño.
Las lágrimas despertaron en su cama a Ebenezer. Aunque eran más de las cuatro escribió una carta a su primo. “Tómatelo en serio y díselo a todos: cambia tus hábitos. El cambio climático es nuestro mayor problema. ¡Feliz Navidad, otra vez! ”. Lamentablemente, a vuelta de correo, su primo le reprochó tanta felicitación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho su adaptación de la obra a un problema tan grave como es el actual. En la obra tradicional el problema era la avaricia...en este el medio ambiente.
Saludos y gracias

Anónimo dijo...

con mucha diferencia, uno de los mas divertidos que has escrito, tiene algunos giños simpáticos, es muy importante cuidar el planeta, que es la herencia mejor que les podemos dejar a nuestros hijos e hijas.Un beso y feliz navidad

RICARDO VERA dijo...

Hola Mégara, hola Ginebra

Gracias por entrar, sois ya asiduas..!

Efectivamente he intentado utilizar el relato de Dickens a este problema tan grande y partiendo de la estupidez verbal de Rajoy y su primo, el físico. Quiero pensar que el primo de Mariano no sea tan desleal con el planeta como le retrató el jefe de la oposición...

En fin, como acaba el artículo: es el problema más grave al que nos enfrentamos.

¡Feliz año 2008!