sábado, 24 de noviembre de 2007

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA


El 25-N es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las mujeres. Los datos son escalofriantes. Nuestro país vive dos terrorismos y uno es particularmente dañino. Acaba con las vidas de las mujeres en sus casas y en sus cuartos. La Vicepresidenta del Congreso, Carmen Calvo, dijo ayer en un acto al que asistí que las mujeres pueden, y quieren, conquistar sus cotas solas pero en esta lucha contra la violencia de género ni quieren, ni pueden, estar solas. Luchar contra la violencia machista, que es un modo de fascismo porque usa el poder de uno sobre otro ser humano, es una responsabilidad que concierne a toda la sociedad pero sobre todo a los varones de esa sociedad.
La viñeta es de Forges, publicada en El País
Detrás de la oscuridad, la luz

Mañana conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia de Género. Las mujeres muertas por mano de los machistas criminales no pueden ser una estadística fría. La sangre tiene que hervirnos hasta escapar de nuestras venas, para que nuestra indignación salpique en la cara de los asesinos.
Pero no sólo puede ser indignación. De hecho, se está recorriendo un camino. Es una senda que hemos empezado a transitar con el arma de las sociedades democráticas: la ley. Una de las primeras de esta legislatura ha sido la que presta protección integral contra la violencia de género. Es un compromiso legal al que acompaña una acción política. Más juzgados, más fiscales, más asistencia jurídica gratuita, más medios para denunciar sin aumentar el riesgo, más agentes específicos para Violencia de Género. Es un objetivo social y público puesto en primera línea: prevenir la agresión, proteger a la víctima, detener al agresor. Casi cincuenta mil agresores han sido condenados a penas más duras desde la vigencia de la ley y las campañas de prevención e información son una constante diaria. El destino inicial de doscientos cincuenta millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado es la lucha contra la violencia de género, pero probablemente la cantidad final destinada será mucho mayor porque en los últimos ejercicios ha sido corregida al alza cada año. Hay ley, hay acción y voluntad política, hay más medios, más información y más recursos. Aún no es bastante.
Toda esta respuesta sólo puede ser inicio. El problema es enorme pero, a pesar de su magnitud y complejidad, tenemos que erradicarlo. La violencia de género no es un asunto privado, es una lacra social que exige lo mejor de nuestros esfuerzos para repudiar el machismo criminal y combatir su existencia Por ello, es preciso actuar con exigencia promoviendo más y mejores recursos de prevención y asistencia integral, luchando desde las escuelas contra el sexismo promoviendo planes de igualdad y programas educativos que puedan extenderse también hacia la juventud y todo el tejido social. No se trata en este caso de romper el techo de cristal sino de reventar la cárcel del maltrato.
Gamoneda ha escrito en sus versos: “ …Detrás de la oscuridad están los rostros que me han abandonado…” No podemos ser cómplices. Ninguna mujer que sufra maltrato puede sentirse así. Que sepan que nuestro compromiso es que no haya oscuridad. Que sepan que nuestra responsabilidad es que vean nuestras caras a su lado y en la luz. Porque tiene que ser posible. Porque frente a la violencia de género tenemos que fabricar la esperanza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.
Sus artículos me parecen cada vez más oprtunistas de la ocasión, parece que solo se interesa en que sean asentidos por la mayoría de las personas.
Cuando volverá a escribir aticulos más polémicos?
Saludos

RICARDO VERA dijo...

Hola anónimo. Agradezco que haya entrado y dejado un comentario, pero discrepo. No busco polemizar y sí es oportuno hablar de violencia machista en este momento pero no oportunista. Desconozco si la mayoría estará de acuerdo con lo que escribo. Supongo que en ocasiones será así y en otras no, tampoco me preocupa. Intento exponer lo que pienso sobre algo y dejar clara mi opción sin crispar ni pontificar. En fin, la consideración sobre lo polémico es personal y no comparto con que todos piensen lo mismo sobre esto, ojalá fuera así. En ese caso, setenta mujeres podrían compartir su opinión con el resto.

Saludos y gracias. Espero que nos leamos de nuevo

Anónimo dijo...

Primero dar las gracias a Ricardo por seguir lo prometido, ir renovando cada día el blog. Hace tiempo que no me meto, debo confesarlo, porque varios asuntos me han tenido más ocupada de lo normal, pero ahora que lo hago veo que le ha dado un nuevo aire al blog. Una vez más felicidades por ello!
Cada día sus artículos están más perfeccionaos y desde aqui le doy la enhorabuena.


En cuanto al primer comentario publicado...sobran más palabras, no creo solo que sea un tema polémico sino que además lo es de máxima actualidad. Es una verdadera pena oír que una mujer muuere a manos de un individuo. Ya son 70 las mujeres que han muerto a manos de sus maltratadores.

Se oyen en la calle comentarios del tipo : Tenía que haber denunciado antes! Es suya la culpa.
Perdonénme, ¿suya la culpa? ¿Están seguro de que es solo suya? Perdimítdme que lo dude. ¿Acaso no sois vosotros, sus vecinos, quienes oíais los golpes? ¿Los que, cuando se juntaban en el portal comentaban los ruidos en aquella casa?
Sí, sois los mismos que, teniendo un teléfono en la mano escuchasteis a la cobardía.
Los mismos que se contestaron a ellos mismos, en temas de familia no se debe meter uno. Los mismos.
El maltratador no es solo una persona, sino un conjunto. Es la sociedad que rodea a la víctima.
Y somos nosotros, directa o indirectamente quienes, permitimos que esos crímenes sigan ocupando minutos de los medios de comunicación, en nuestras vidas, porque con ello podemos acabar.

A las personas que no se deciden a denunciar el caso, porque piensan que con ellos no va la cosa, y que debe quedarse dentro de la familia en cuestión, lanzo una pregunta:
- ¿Qué haríais si vustr@ hij@ fuese la que sufriera esos malos tratos? ¿Os gustaría que denunciaran las personas de su alrededor, o que aguantaran las voces y golpes creyendo que es un mal de la familia?

Muchísimas gracias por dejar que expresemos nuestra opinión.

Saludos!!!

RICARDO VERA dijo...

Gracias Mégara por entrar de nuevo y dejar un comentario.

Ni que decir tiene que comparto plenamente la opinión que manifiestas. Añado algo que le escuche a la vicepresidenta del Congreso, Carmen Calvo: la violencia machista, el machismo en sí, es una forma de fascismo porque el fascismo es una mecanismo de dominación de un ser humano sobre otro.

Saludos. Nos seguimos leyendo. Me alegro de que le guste la nueva imagen del blog y sus contenidos. Hasta pronto.