lunes, 14 de julio de 2008

ANTICIPAR EL FUTURO

Anticipar el futuro
Lo que las personas quieren es sentirse respetadas, escuchadas en sus aspiraciones y acompañadas en sus sueños. Lo que la política da es la oportunidad de que algunas de ellas, las que deciden dedicarse a lo público, a pensar y actuar sobre el espacio común que compartimos, tengan la responsabilidad de generar las condiciones para cubrir esos fines colectivos.
Quiero hacer una reflexión. Muchas veces la clase política se presenta de forma irresponsable como una aparte, por encima del bien y del mal, pegada al último vaivén de la economía, al último titular de prensa, al interés privado, al conflicto personal o a la estupidez rotunda. Ésa es la política politiquera. Afortunadamente, lejos de la imagen denostada de esta visión parcial, existe una gran política que resuelve problemas, afronta situaciones complejas, planifica recursos y, por encima de todo, anticipa el futuro. Ésa es la política que hace noble el arte de gestionar la sociedad. En estos lugares, no tan infrecuentes como pensamos pero mucho más anónimos, habitan gentes desprendidas cuya pasión les provoca satisfacción y dolor a partes iguales, la mejor de la veces, y a los que veo levantarse sin pausa muchas ocasiones para continuar pensando en un punto de llegada global más lejano y apacible, estableciendo ritmos de trabajo y estrategias para alcanzarlo más rápido y con menor coste.
Son ciudadanos y ciudadanas. En ese punto radica la clave de su éxito, hasta cuando éste no es disfrutado. Las medidas con que observan la realidad son las de la gente corriente, porque son gente corriente. Los problemas que no confunden y a los que dan cumplida resolución son los habituales de los demás, porque son como los demás. Las burbujas en que se encierran otros para disputarles una gloria fugaz no ocupan ni su tiempo, ni sus ambiciones, porque no constituyen un elemento de análisis interesante. Lo que importa es la gente, las personas, su bienestar y su prosperidad en solidaridad. Ese es el mensaje inequívoco, lo demás tiene una naturaleza coyuntural e instrumental: si sirve a ese fin, es útil; si no, hace perder el tiempo.
La fortaleza de una idea se rearma con el cambio. Es el movimiento hacia delante lo que imprime velocidad. Sin precipitarse con vértigo desde cualquier acantilado, aspiro a disfrutar como ciudadano la ilusión de los cambios que contagien de magia el porvenir de todos. Anticipar el futuro es ya una tarea actual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedo con esas gente que trabaja en la recamara, que trabaja por resolver los problemas diarios a la gente; que sufren, padecen y disfrutan con su trabajo....ME quedo con un grupo de gente que he conocido que es para mí la alegría del trabajo interno de un partido; gente con problemas, como todos, pero que disfrutan haciendose reir unos a otros y lo más importante disfrutan resolviendole problemas a las personas, con el único premio de recibo que la sonrisa del propio ciudadanos...OLE TU, OLE VOSOTROS, OLE ESE GRUPITO ....UN SALUDO RICHAR (por cierto el día 16 de agosto tenemos entradas para el trofeo JOAN GAMPER; si quieres ver el partidazo gratis en el nou camp, arrancate con mi padre para arriba.)UN SALUTS NEN

Anónimo dijo...

esa es la gente que yo quiero,la que no sale en listas,no ocupan puetos de renombre pero que se parte el alma porque todos nos beneficiemos de sus horas y horas de trabajo de no dormir y de dedicarle a esto 36 horas todos los dias.gracias.