sábado, 15 de septiembre de 2007

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Educación. Ciudadanía. Juntas modifican la conducta de quienes no quieren que los derechos de todos sean el referente formativo general. Es lo de siempre: consolidar democracia molesta.
Curiosamente quienes no quieren EpC, sí quieren religión a espuertas en la escuela pública, sin preocuparse de que -en realidad- es prácticamente imposible no elegirla. No pretendo herir a nadie, ni ofender ningún sentimiento religioso o moral de esfera privada, pero es que ese ámbito ( el privado) sí es para la casa y el civismo medio desarrollarse en la clase.
El artículo original era un pelín más largo. Si el tema da para comentarios, utilizaré esas partes que no he publicado.
CIUDADANÍA EDUCADA, CIUDADANÍA CABAL

Nuestro sistema educativo, en este curso que comienza en unos días, ha previsto una asignatura que está removiendo a los sectores que menos han apoyado secularmente las grandes transformaciones sociales que impulsan el tejido social del país. La Educación para la Ciudadanía ha despertado más recelos por su implantación que el fracaso escolar, la pérdida de nivel formativo, las carencias de nuestro profesorado o el deterioro forzado por esos mismos sectores, agoreros del desastre, de la imagen de la escuela pública.
Si detectamos un problema, haremos bien en intentar ponerle solución. Parte de nuestra gente joven tiene serias fisuras en el respeto de los derechos de los demás y en el conocimiento de sus propias obligaciones. Nuestro país y nuestra sociedad se han transformado. La escuela pública se ha desenvuelto en ese clima de cambio permanente dando respuestas transversales no regladas a las mutaciones. La sociedad civil ha respondido a los escenarios nuevos con una base ideológica diversa pero con un punto de unión en los valores y derechos constitucionales. La aspiración cívica que subyace en ese planteamiento es que la persona disfrute todos esos derechos y asuma sus deberes porque los aprecie desde el conocimiento. Educación para la Ciudadanía no pretende otra cosa que contribuir a la construcción de ese perfil ideal ciudadano: conocer los derechos fundamentales recogidos en la Constitución, empaparse de los valores que informan nuestra sociedad democrática, incorporar su ejercicio a nuestra vida cotidiana, con respeto a los derechos de los demás y a la existencia de la diferencia, desde la responsabilidad de nuestros deberes.
La nueva asignatura supondrá un elemento estándar para la escuela. Tras su implantación, al evaluar sus efectos sin miras a corto plazo, podrá contrastarse si los valores comunes que compartimos y su adecuación a los tiempos van impregnando la formación de las nuevas generaciones. Entonces podrá criticarse con sentido la inactividad de los gobiernos (de cualquiera, no sólo de éste) frente a los problemas de convivencia generados por falta de civismo.
Surge la mezquindad en estos debates. Sorprende, aunque reconozco que ya muy poco, cómo sustentan la maldad pretendida de esta materia. Los guardianes de las esencias morales nos advierten: el gobierno (no cualquiera, sino éste) aprovechará la materia para formar electores, no ciudadanos. ¡Acabáramos! Me imagino a la Ministra de Educación remitiendo cartas de instrucciones para dictar las clases al pobre alumnado, poco antes de ser devorada por las llamas del Infierno. No teman, entren en clase: la asignatura dirá a los alumnos que sean ciudadanas y ciudadanos cabales para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca (con este gobierno y con cualquiera).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
Bastante es ya la expectación que ha levantado la nueva asignatura que los alumnos de este año tendrán.
Ha sido muy controvertida y comentada la idea de que el Gobierno haya puesto una nueva asignatura, que no es más que educación para la ciudadanía. Al fin y al cabo, más educación para los que ahora son ciudadanos y dentro de unos años lo ejercerán de pleno derecho.
Es una asignatura más y no entiendo, desde mi punto de vista tal revuelo.
Me parece sorprendente que aquellas personas que buscan una educación para sus hijos no vean con buenos ojos que se de esta asignatura en las clases. -Yo es que elijo lo que mi hijo tiene que dar, y si no me da la gana que de Educación para la Cuidadanía no la va a dar. Oí decir a un padre el otro día en el Telediario, frente a las puertas de la escuela de sus hijos.
Entonces me hice a mí misma una pregunta...¿Cómo hubiésemos reaccionado si aquel personaje se hubiese referido en lugar de esa asignatura a cualquier otra, como matemátias o lengua? Permítidme que aclare...nos hubiéramos reído en su cara.
No es una asignatura más y si..me explico: Es una asignatura más porque van a tener que darla todos aquellos alumnos a partir de 3º de ESO y no es una asignatura más porque lo que se implanta es, como su propio nombre indica Educación. Educación para los que algún día serán ciudadanos de pleno derecho. En ocasiones una educación que no se aprende (ni mucho menos se plantea) en los hogares de aquellos futuros cuidadanos.
Muchas gracias y hasta pronto.

RICARDO VERA dijo...

Gracias mégara por volver. No creo poder añadir más a tu opinión. Creo que EpC contribuirá a mejorar las cosas y repito: en algunos sectores consolidar democracia molesta. Nos leemos.

Anónimo dijo...

Me parece que tenía que comenzar la educación por los padres y las personas mayores porque los libros no lo enseñan todo cuando nosotros no respetamos delante de los niños. Situación: cruzar con el semáforo en rojo delante de ellos...eso es dar mal ejemplo. Como hablar edlante de los niños cosas que no se deben hablar, ni palabaras malsonantes que oyen en las casas y ayudar al profesorado. No que el profesor diga una cosa y nosotros digamos otra en contra de esa.
Espero que siga este gobierno y que podamos adelantar hacia el futuro y el progreso de la generación que nos de relevo con mas educación y respeto.
Gracias y hasta la proxima.