domingo, 21 de enero de 2007

El Estatuto de las oportunidades

EL ESTATUTO DE LAS OPORTUNIDADES

Vivimos el antepenúltimo hito del Estatuto andaluz para el futuro. El Senado ha aprobado en estos días el texto que servirá de referencia para los próximos años sobre el marco del desarrollo autonómico de Andalucía. Más allá de la realidad nacional, que no es otra cosa que la peculiar manera de ser andaluza que se afirma diariamente, y de los ventajosos consensos forjados en el trámite final, el nuevo Estatuto es un instrumento más completo y más eficaz que tendrá que desarrollarse con un empuje decidido porque nos sitúa en un punto de partida más avanzado que el de 1980, con unas metas más ambiciosas que entonces.

Andalucía hoy no es lo mismo que hace veinticinco años. En estos años de autonomía el pueblo andaluz ha conseguido con esfuerzo modernizar su sociedad hasta llevarla a la situación actual que era impensable hace tan sólo dos décadas. Pero seguimos teniendo que crecer. Es necesario seguir avanzando para que la Comunidad Andaluza sea un referente en España, en Europa y en el mundo de todo lo que los seres humanos consideramos bueno y positivo. El catálogo de derechos que incluye el Estatuto, con respuestas para nuevos desafíos y avanzando en el reconocimiento de los mismos supone, en sí mismo, una innovación.

El futuro de Andalucía está vinculado al desarrollo de una cultura emprendedora, a que surjan iniciativas creativas que permitan que cada vez haya más empresas innovadoras que creen más riqueza, más trabajo y más beneficios para la colectividad.

La educación como referente de los jóvenes para garantizar la igualdad de oportunidades es la garantía de que el progreso de Andalucía siga adelante. Ese derecho de todos no debe perder de vista la transformación de la realidad a través de las nuevas tecnologías de la información. Hay que sumergirse en la Sociedad del Conocimiento, procurando mecanismos que permitan acceder a todos a la nueva forma de conocer nuestro mundo. La cultura y la educación deben constituir el pilar básico de la gran transformación andaluza en el futuro.

Tenemos que realizar una profunda apuesta por la política de bienestar, garantizar más y mejor los derechos sociales de los trabajadores, y especialmente de las trabajadoras, crecer en la dignidad de las pensiones para nuestros mayores, establecer el acceso a una vivienda digna como un derecho real particularmente para los jóvenes, avanzar en materia de sanidad para dar mejores soluciones y más rápidas a las necesidades de la ciudadanía andaluza. Resulta clave crecer en igualdad entre hombres y mujeres. Un hombre y una mujer tienen que ser iguales de verdad, compartir la vida, las necesidades, las responsabilidades familiares y el trabajo. Una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales es la única sociedad posible y justa del presente y para el futuro.

Hemos de perseguir mejores infraestructuras, especialmente para nuestros pueblos, que estén más y mejor comunicados para que haya más posibilidad de intercambio, de riqueza y de empleo. El Estatuto vigente ha permitido generar en estos años una trama bien consolidada de conexiones interiores en Andalucía para el grueso de la población, que habita en los pueblos. El desarrollo de esas políticas ha supuesto fijar la población a los territorios y conseguir, en la práctica, una estandarización de acceso a los derechos con independencia del lugar de nacimiento o residencia.

Nuestro patrimonio natural y cultural exige que nos tomemos en serio la conservación de los recursos naturales para que en el futuro nuestros hijos tengan un mundo más habitable. Hay que definir una Andalucía receptiva y solidaria con el extraño que viene a contribuir a la riqueza de todos, responsable y coherente con nuestro pasado, en el marco de Europa. La administración que lo gestione tiene que ser siempre más accesible, más cercana y cómoda para los ciudadanos, aprovechando todos los instrumentos para dar un servicio cada vez más ágil y correcto: pensada y hecha para la ciudadanía con criterios de calidad y servicio.

El esfuerzo común del pueblo andaluz para seguir progresando en un camino de igualdad, libertad, justicia y desarrollo económico y social, desde el respeto a nuestro entorno y a los demás, superado el trámite legislativo, tiene que subir dos últimos peldaños: su aprobación en referéndum y su ejecución posterior. En ambos campos, somos imprescindibles. Esta apuesta de futuro merece contar con un apoyo masivo. Está en juego un futuro mejor y es nuestra responsabilidad no perder la oportunidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Artículo demasiado metido en su propia ideología. Solo defiende a su partido sin pensar si sus ideas realmente le benefician o le perjudican.Dejese ya de dejar que le mientan con el grupo imnombrable y diríjase a gente que en realidad vale la pena y sabe que van a responder a los estímulos de sus dirigentes; tal es el caso de mi propio partido.
No se confíe, hágame caso y no corrumpa con informaciones engañosas como las que le dan desde su "partido"

Anónimo dijo...

Seguiré comentando desde este blog, siempre que su creador me lo permita.
Mi nick va a ser "Gaviota Azul".
Me gustaría que este blog fuera como un foro de discusión en el que plantear distintas ideas.
Gracias A Ricardo Vera.